Una sonrisa inocente en medio de la aglomerada y estresante ciudad. Una imagen de colores alrededor del opaco silencio, una mirada hacia lo profundo del arcoiris. Motivaciones espelusnantes irradian belleza en sus ojos. La vida pasa alrededor de él como un simple mar de crayones de varios colores, nos toma la mano con solo dedicarnos una mirada. Camina seguro por la acera, dejando su paso marcado de estrellas e ilusiones, su vida es un dulce pegajoso.
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Solo un espiritu vaga ahora por la vereda, de colores e ilusiones mejor no acordarle. Sus ojos, antes brillosos, ahora opacos por un simple tropezon. Su arcoiris se a escapado, sus brillos y estrellas lo han dejado solo, abandonado, ahora es él contra el destino, ahora es él contra su mente depresiva. Atormentado con su corazon en sus dos manos busca consuelo, busca acurrucar sus esperanzas, protegerlas de la lluvia y esperar con el alma rota el lento paso de la cruel tormenta.
El trastorno afectivo bipolar (TAB), conocido popularmente como trastorno bipolar y antiguamente como psicosis maníaco-depresiva, es un trastorno del estado del ánimo que cuenta con períodos de depresión repetitivos (fases depresivas) que se alternan con temporadas de gran euforia (fases maníacas).
A veces, una persona que tiene trastorno bipolar se puede sentir muy feliz, llena de energía y capaz de hacer cualquier cosa. La persona puede ni siquiera querer descansar cuando se siente de este modo. Esta sensación se llama manía. En otras ocasiones, la persona con trastorno bipolar puede sentirse muy triste y deprimida. La persona puede no querer hacer nada cuando se siente de esta manera. Esto se llama depresión. La gente con trastorno bipolar puede pasar rápidamente de manía a depresión y nuevamente a manía.
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